PUNTO
SUSPENSIVO
Las gotas
se
deslizaban suaves
en el
cristal
de una
ventana.
Sonoras sonaban
las sonrisas
en la acera
del parque.
Todo era
una imagen
gradual de
un
preciso instante.
De un
pensamiento
en que si
así
fuera el
mundo
se dibujaría
un
arcoíris en
cada gota
de agua
deslizada
por el
recuerdo
de una vida.
Simplemente
un segundo
sería
cuestionable.
Una mirada
llenaría de
magia
la mente
de un espíritu
libre.
Lo viejo
no tendría
tiempo
y el tiempo
estaría
lleno
de un instante
preciso
de una
escarchada mágica
que tiene
el perfume
de los
sueños
que tiene
la distancia
de un punto
suspensivo
y corre
libre
sin
pertenencia.
© D.L.Burgara