sábado, 26 de marzo de 2016

cobarde



Cobarde


A ti te dedico mis huellas 
que entre la oscuridad se dibujan 
a ti que en el silencio te he regalado 
un pedazo de mi corazón.


No escucharas mi voz pidiendo más 
de lo que ahora tengo de ti, 
solo veras como entre letra y letra 
queda impreso tu nombre.


Cobarde puedes llamarme 
por esconderme entre mil momentos 
extraños y leer el silencio, 
verte desde lejos y ahogar un suspiro.


Mil hojas sueltas al viento 
y en cada una la encomienda 
de que al verte roce tu cuello, 
tu cara, y bese tu frente.



-Sizem Asleck.
© Dora B. 2016. Mex.

No puedo



No puedo.


Cada paso que doy 
me aleja de mi hoy 
y me acerca a mi mañana.


No te puedo perder, 
nunca me perteneciste, 
pero siento que mi alma 
se queda vacía con los años, 
con el tiempo, con los momentos 
que uno a uno van desapareciendo.


No te puedo perder 
mis recuerdos te abrazan 
y quieren aferrarse a ti, 
pero aun así, mis manos siguen vacías.


No te tengo porque no eres mía, 
porque mi pensamiento es tan disperso 
que cuando comienzo 
a dibujarte tu luz me desvía.


Quizá en el momento 
en que nada importe entenderé 
que nunca fuiste por un instante 
de las alas amada por la eternidad.


No te puedo perder 
tu corazón entregaste a otro ser 
que lo desperdicia entre mentiras 
y deja que tu alma vacía del amor quede.


Apenas encuentro huellas 
de lo que tú eres, como seres libres, 
no te puedo perder aunque 
muy lejos de mí siempre te encuentres.



-Sizem Asleck
© Dora B. 2016. Mex.

miércoles, 23 de marzo de 2016


Fuiste un Instante.


Fuiste por un instante
el amor de mi vida
me reconocí en tus labios
me dibuje en tu piel.

Me deslice suavemente
por tu mirada me quede
en breve instante
en tus manos.

Fui de ti, fuiste mía
así te reconocí entre tantos ojos,
tu sonrisa brillo tan fuerte
que opacó al sol.

Fuiste por un instante
el amor de mi vida
aquel que huele a eternidad
te deslizaste por mis días.

Quede desnuda
a tu forma de mirar
quede de ti bajo las sábanas
con mis ganas de amar.

Por un instante te quedaste
con mi vida por ese instante
te amaré hasta que el
tiempo deje de existir.


© Sizem Asleck

domingo, 13 de marzo de 2016

un rayo de luz





Un rayo de luz.

Un día de la nada, salió sin decir palabra, sus ojos estaban llenos de lágrimas pero no rodo ninguna por su mejilla, camino tan rápido que no pude alcanzarla, grite pero no escucho, quise saber que le habían dicho para que su rostro se desencajara de esa forma, que fue lo que tenía para que su mente se pusiera en blanco y solo quisiera desaparecer lo más rápido posible…

Ya han pasado dos años y aún no hace ningún comentario de aquel día, pero algo paso, estoy segura porque después cuando regreso a esta playa, su rostro estaba iluminado, sus ojos tenían un brillo como mágico, cambio totalmente su actitud, se le veía contenta y pareciera que el sufrimiento antes mostrado había desaparecido de su vida para siempre.

La historia que fue escribiendo desde ese momento estaba llena de vida, nadie podíamos imaginarnos que era todo lo contrario, que apenas tenía tiempo para disfrutar cada segundo de su estancia en este mundo, que la enfermedad tan nueva y tan vieja se había metido en su cuerpo y estaba acabando con su vida, carcomiendo sus horas, contando sus instante y destruyendo su pasado, su futuro…

El tiempo algunas veces parece quedarse quieto pero en otros cuando las cosas son más lindas y queremos saborear todo lento, pasa volando, así fuimos viendo como de sus manos la vida se le fue escapando y con la impotencia de no poder hacer nada… cáncer se apodero de su cuerpo, lo fue carcomiendo centímetro a centímetro, nada funciona, medicamentos, quimioterapias, nada… así que no se abandonó, simplemente decidió que quería un tiempo bello, llevarse su presente en recuerdos que todavía pudieran ser de ella y pidió… nos pidió que cuando su momento estuviera presente, cuando ya no tuviera fuerzas para levantarse, cuando sus ojos dejaran de brillar con la misma intensidad, pidió que por el amor que le habíamos tenido y que le seguiríamos teniendo, pidió que le ayudáramos a partir, que no dejáramos que su sonrisa se borrará de su rostro, pidió que le ayudáramos a dejar en nuestra mente el bello recuerdo de quien ella fue, no el recuerdo de lo que el cáncer la convirtió…

Toda mi vida he tomado decisiones pero ninguna tan fuerte como esta, ¿cómo decirle que no?, si el amor que le tengo va más allá de un simple estaré contigo siempre, el amor que le tengo es capaz de todo aunque destruya mi corazón, quise tomarme tiempo para contestar pero la simple duda me dictaba la falta de amor y yo no tengo falta de amor por ella, lo haré.

Así, llego el momento de acompañarla de dejarla ir, de tocarle la mejor melodía para hacerla dormir, ayudarle abrir sus alas y dejarla volar, liberar su alma de ese cuerpo poseído por la enfermedad… te amo! Con lágrimas en mis ojos en su último suspiro sonreí tan firme que ella también sonrió.

—Sizem Asleck.





miércoles, 9 de marzo de 2016

Vacío








Vacío.

Cual gotas marchitas deslizándose por mi ventana, vi correr las horas en tu espera, quería nuevamente acariciar esa mirada de niña que siempre me regalabas antes de irte de mi cama, en esas mañanas que parecían indiferentes, con los rayos del sol posándose en cada pedazo de pasto, con ese viento que se suponía juguetón y separaba hábilmente las hojas de él metiéndolas en mi habitación. Si, las gotas se marchitaban haciendo eco solo al recuerdo, a un tiempo que no envejece y que cada momento de mi historia contigo lo tiene tan fresco, como recién pintado y sin permiso lo pone frente a mí, una y otra vez.

Ya no me pregunto más, ¿Qué hubiera pasado si entonces no me hubiera topado contigo en esa caminata matutina por las arenas de la playa?, porque no importa lo que no hubiera pasado, lo que paso cambio mi vida, la lleno de ti, de tu sonrisa, de tu nostalgia, de tu gracia por vivir, la lleno de tu aroma y de miles de segundos tan maravillosos, insuficientes, para que hoy no me duela el vacío que tengo en mi alma por la falta de ti.

Ya sé que aún sigues viva, pero no puedo entender cómo pudiste levantar mis alas y aventarme al vacío, yo no quería volar, no sin ti. Y en esta caída libre solo me aferro más a los recuerdos vanos que el tiempo pone frente a mis ojos, dejo que uno a uno me abrace, cubra todo mi ser y ya no importa más cuando toque fondo, mi cuerpo ya no siente, mi mente ya no piensa y mi alma…

Sí, sólo quería una vez más acariciar esa mirada de niña tan hermosa y fresca que ilumina tu rostro de una manera mágica, insólita, única…

Me siento marchita, mis pensamientos se oscurecieron, mi mirada se perdió en un horizonte inexistente, qué más da un mañana, si en mi hoy, solo una gota ha quedado reflejada en mi ventana, solo una.

—Sizem Asleck

sábado, 5 de marzo de 2016

Dibujo: Dibujame
Técnica: Acuarela

Dibujo: Soledad
Técnica: Acuarela

Dibujo: Nostalgía
Técnica: Acuarela


Dibujo: Imaginación
Técnica: Acuarela



 

Comprendí.

He vivido mil vidas
y aún sigo sintiendo
ese miedo de encontrarte
y perderte de nuevo.

He dejado que el tiempo
tatué en mi piel
tu sonrisa, tu mirada
hasta tu loca forma de pensar.

He dejado al destino
que me haga tropezar
más de una vez con tu
impaciente manera de escribir.

Me volví una loca
siguiéndote en la oscuridad
y al final cuando te abrace
entendí que para volverte a encontrar…

No soy perfecta
tú me haces así.

Tengo que abrir mis alas
y dejarte partir
porque tengo un tiempo…

Y quizá tú puedas ser
de nuevo la pieza perfecta
de mi tiempo, tu tiempo,
nuestra vida.

—Sizem Asleck

Todos los derechos reservados de la Autora.

 #EntrePoemasUnCuento   #PoemaSentimietoPuro